En la entrada anterior ya vimos en que consisten las redes sociales, como se clasifican y qué tipo de usuarios y de objetivos podemos encontrar en algunas de ellas. Ahora veremos algunas cuestiones que podemos aprender de las redes sociales, en qué medida podemos aplicarlas en un aula de primaria, de qué forma y pondremos algún ejemplo de proyecto utilizando estos recursos.
Para empezar, como ya hemos dicho, las redes sociales son un espacio para la cooperación y la interacción de los usuarios, por lo que, en primer lugar, si algo hemos de aprender de las redes sociales es a colaborar. Estas redes son excelentes plataformas para permitir que los niños se inicien en la escritura situacional digital, es decir, desde mensajes de correo electrónico más formales hasta publicaciones mucho menos formales, conociendo y comprendiendo las diferencias entre estos dos modelos, y dotándolos de la capacidad para modificar su lenguaje en base al contexto en que se presente la interacción, o lo que es lo mismo, mejorar su capacidad digital y comunicativa. Así mismo, la colaboración, el debate y el diálogo se potencian si utilizamos estas redes, pues nos brindan la posibilidad de interactuar con individuos de muy distinta índole. Elaborar trabajos o ejercicios y publicarlos en alguna red para que otros usuarios y colegas nos comenten sus impresiones y ofrezcan posibilidades de mejora es un punto extremadamente positivo de las redes sociales, sin embargo también es algo ciertamente utópico, ya que estos intercambios no se van a realizar de forma ordenada, no van a ser intercambios ni opiniones constructivas, o por lo menos, no en su totalidad. Es por ello, que proponer algún proyecto u actividad en la que este sea uno de los fines últimos, puede ayudar a los alumnos a darse cuenta de los beneficios de colaborar, de no humillar y no desmerecer el trabajo de otros, así como de mantener una actitud correcta en el trato hacia los demás.
Por otro lado, existen ciertas cuestiones relacionadas con internet y las redes sociales que los alumnos deberían conocer y trabajar ya desde su educación primaria, tal es el caso de la "identidad digital", la cual podríamos definir como la imagen que una persona proyecta a través de algún medio digital. Esta imagen está directamente relacionada con la persona, y al igual que la imagen personal es nuestra carta de presentación a la hora de presentarnos en la sociedad, la identidad digital es lo que nos va a definir en el mundo virtual, es aquello que los otros usuarios van a conocer y juzgar de nosotros y será lo que haga que su visión sobre nosotros mismos sea positiva o negativa. Para trabajar nuestra identidad podemos servirnos de propuestas como la que hemos hecho anteriormente, al publicar trabajos, ejercicios o prácticas realizadas en las clases estamos proyectando al mundo una imagen de nosotros mismos en función de cómo están estos realizados. Será responsabilidad del centro que los alumnos desarrollen su identidad digital, o al menos sean conocedores de su existencia y de su importancia, especialmente en un mundo en el que prácticamente todos los aspectos de la vida se desarrollan en internet.
Es importante decir que las redes sociales dentro de los contextos educativos no sólo van encaminadas hacia los alumnos, sino que también se aplican y utilizan tanto para el centro educativo en sí mismo como para los docentes. Para el centro y para los docentes ocurre lo mismo que con los alumnos, es necesario construir su identidad digital. Para esto, los docentes deberán convertirse no sólo en consumidores de recursos online, sino en creadores de este tipo de contenidos y recursos. Esto no sólo mejorará su identidad digital, sino que además mejorará su capacidad como docentes. Mientras que por el lado del centro, publicar en sus portales iniciativas, proyectos, actividades etc que puedan realizarse en él, puede ayudar a las familias a implicarse más en la comunidad educativa, fortaleciendo el sentimiento de pertenencia a un colectivo, a darse a conocer en la comunidad y a permitir la participación y colaboración de otros grupos e individuos dentro de la organización y la labor del centro.
Por otro lado, existe otra posibilidad con el uso de las redes sociales de cara a los docentes, y es que gracias a estas redes sociales para docentes, se pueden compartir recursos y formación que permitan que los docentes interactúen entre ellos, compartan recursos y experiencias entre ellos. Al final de cuentas, la formación permanente no se refiere únicamente a la formación académica, sino que toda iniciativa que lleve consigo un aprendizaje puede ser considerado como parte de la formación permanente de los docentes, y en consecuencia como un elemento de formación y mejora de tanto de la competencia docente como de la experiencia escolar y académica de los alumnos por extensión.
Realmente, si lo analizamos cuidadosamente, el eslabón más importante en esta cadena son los docentes, pues son los que constituyen el centro escolar, y por tanto los que pueden contribuir a su prestigio e imagen, y al mismo tiempo son los que condicionan en mayor medida las experiencias de aprendizaje de los alumnos, por lo que fomentar la competencia de los docentes es doblemente positivo para la comunidad educativa en general, y con algo tan sencillo como la implementación de las redes sociales puede conseguirse de un modo bastante eficaz.
Podemos ver algunas características de las redes sociales aplicadas a la educación en el siguiente vídeo:
Buenos ejemplos de esto son los PLE, o entornos personales de aprendizaje, los cuáles son plataformas en las que se condensan recursos con un objetivo concreto. En el siguiente vídeo se explican de un modo bastante certero:
De hecho podemos encontrar una buena serie de proyectos, secuencias y ejercicios en las que distintos docentes utilizan las redes sociales para trabajar diversos contenidos o desarrollar experiencias que permitan generar en los alumnos aprendizajes significativos. Veamos algunos ejemplos:
- La profesora Sonia Martínez del instituto Castellar en Barcelona, puso en marcha una experiencia de role-play para 1º de la ESO en la que los alumnos asumían el rol de algunos de los autores más representativos de la generación del 27. Las publicaciones que estos publicaban variaban según el autor concreto, e iban desde resúmenes y breves descripciones de algunas de sus obras, hasta publicaciones de índole más personal relacionándose entre ellos. Como los propios alumnos cuentan, la experiencia fue fantástica, y están seguros de que ninguno de ellos podrá olvidar a los autores de la generación del 27.
- El profesor Sergio Tejero del instituto Ekialde de Vitoria, implementó otro pequeño proyecto por el que sus alumnos resumieron cada uno de ellos un capítulo del Quijote utilizando la plataforma twitter, con la dificultad que supone tener que resumir capítulos como los del Quijote en 140 caracteres (máximos permitidos en la plataforma en aquél entonces), para luego juntar todos los resúmenes y tener así un resumen en tweets del Quijote. La experiencia fue tan bien que se repitió utilizando otras obras con posterioridad, siendo una experiencia que la mayoría de los alumnos repetiría sin dudarlo, siendo que todos ellos afirmaron que la actividad había sido e
- La profesora Malena Martín gestiona una poderosa cuenta de instagram en la que recoge recursos, talleres, experiencias creativas para que los más pequeños aprendan matemáticas de un modo divertido. La cuenta en cuestión se llama "aprendiendomatematicas", en estos momentos cuenta con 39.800 seguidores y casi 700 publicaciones. Si bien no es una experiencia de aula como tal, tanto sus alumnos como otros tantos de otros centros y con otros docentes se han beneficiado de su portal y los recursos que en el se encuentran.
Como podemos ver en los ejemplos, son muchos los proyectos y las propuestas que tratan de incorporar las redes sociales a la realidad del aula. Sin embargo, la mayoría de estas se enfocan hacia los cursos de secundaria, relegando los cursos de primaria a un segundo plano. En general esto se debe a que se suele considerar que los alumnos de primaria carecen de las habilidades y la madurez necesarias
para poder utilizar las redes sociales. Hay que decir que esto por lo general es cierto, sin embargo, con una buena orientación y supervisión del tutor pueden conseguirse muy buenos resultados. A fin de cuentas, en muchos casos, los alumnos de 6º de primaria ya cuentan con su propio dispositivo móvil y acceso a las redes sociales, sería por tanto lógico pensar que es en este momento también cuando se les debe formar en los usos correctos de estas plataformas, las oportunidades que encierran y también los peligros. Concluiré diciendo que las redes sociales son una realidad imperante, y como tal, los alumnos deberían estar familiarizados con ellas, mejor si es en un ambiente controlado como el de un aula, para así saber cómo desenvolverse el día que tengan que hacerlo. Sin mencionar además las posibilidades educativas de estas redes.
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