Cuando se nos propuso este periodo de "ayuno digital" pensé que no sería ningún problema, a fin de cuentas no han sido pocas las veces que he estado todo un día con un uso bastante restrictivo de las tecnologías. Sin embargo, y para mi sorpresa, me costó más de lo esperado. Lo achacó especialmente al hecho de que no es lo mismo pasar un día en el que apenas hagas uso tecnológico por estar ocupado en otras cosas, y quizás fuera de casa, a forzarte a no hacerlo durante todo el día. En mi caso decidí que lo haría en un día cualquiera para que la experiencia fuese lo más objetiva posible, y sinceramente, no me imaginaba lo pesado que podría ser querer quedar con mis amigos y tener que llamar a uno de ellos para decirle "ponlo por el grupo de whatsapp y luego me llamas para decirme si viene alguno". No faltaron las coñas, las bromas y las gracietas por el hecho de no querer usar el móvil más que para llamadas en todo el día, de hecho quité los datos para no tener notificaciones. Por supuesto ya había avisado de que ese día concreto sería imposible contactar conmigo si no era en persona o mediante llamada telefónica, tanto a mis familiares más cercanos como a mis amigos, pero no hace más sencillo el hecho de saber que no puedes comunicarte de forma directa cuando quieras, ya que normalmente si se te ocurre algo que decirle a alguien y que no urge mucho, se lo escribes y ya lo leerá, pero al no poder hacerlo, o llamas a esa persona, aún sabiendo que si no es lo bastante importante puede molestar, o tratas de recordarlo para poder enviarlo cuando tengas estas herramientas disponibles.
En general diría que lo he vivido desde una doble perspectiva, por un lado me ha resultado agradable estar sin recibir información constante durante las 24 horas, pero al mismo tiempo me generaba cierta ansiedad por si me estaba perdiendo algo importante, a toro pasado ya puedo decir que no fue el caso, pero podría haberlo sido, y ese "podría" se hace difícil de llevar a veces.Por el tema del ocio no ha habido problemas porque siempre he sido capaz de entretenerme sin hacer uso de la tecnología, aunque he de decir que hacía tiempo que no lo hacía. Y he de decir que me ha sorprendido hasta que punto tenía interiorizado el encender el móvil para ver una serie, un vídeo o cualquier cosa, y como sin casi pensarlo, mi cuerpo ya estaba actuando para buscar ese estímulo.
En conclusión diré que ha sido interesante ver hasta que punto tengo integradas las tecnologías en mi vida diaria, como sin darme cuenta se han vuelto parte importante de la misma, y como en el momento en que se van se les echa en falta. Repetiré esta práctica en otros momentos, pero seguramente lo haré más flexible para permitirme al menos disponer del whatsapp, es una herramienta tan importante en mi vida, que estar sin ella hace que me sienta un poco "indefenso" en cierto sentido.
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